El líder de Gobierno del estado australiano de Victoria, John Brumby, dijo hoy que los 50 desaparecidos por los incendios forestales harán aumentar casi con toda probabilidad la cifra de muertos hasta superar los 220.
"Hay aún un gran numero de personas, más de 50, que el forense cree que han muerto, aunque todavía no se hayan encontrado sus cuerpos o identificado sus cadáveres", añadió Brumby.
Los expertos forenses han advertido de que es posible que algunos restos queden sin identificar, debido a que el fuego ha borrado sus huellas.
"Cuando ves estas áreas desde el aire, es espeluznante. En particular, la zona que rodea las poblaciones de Kinglake y Marysville. Hay cientos y cientos de casas totalmente destruidas, así que la cifra continuará creciendo", manifestó Brumby, en una conferencia de prensa que ofreció tras visitar la región de Mudgegonga, en el nordeste de Victoria.
En la zona a la que se refería Brumby, la de Kinglake y Whittlsea, perecieron al menos 147 personas.
La cifra oficial de víctimas mortales actual es de 173 en todo el estado.
Los incendios forestales, comunes en el tórrido verano de Australia, causaron 75 muertes en 1983 y se teme que el fuego de este fin de semana al norte de Melbourne deje una cifra que más que triplique aquella.
La peor catástrofe de las últimas décadas ha destruido ya unas 1.000 viviendas y ha quemado 350.000 hectáreas de bosques. Cientos de personas han sufrido quemaduras y miles han perdido sus hogares. En los populares centros de montaña de Kinglake y Marysville, a 100 kilómetros al noreste de Melbourne, prácticamente no quedó ningún edificio en pie.
Marysville fue declarada "escena del crimen", porque la policía cree que los incendios fueron intencionales. La policía indicó que la mitad de los focos fueron provocados deliberadamente.
El Primer Ministro australiano, Kevin Rudd, tachó los incendios de "asesinatos masivos" y responsabilizó a los autores de la muerte a manos del fuego de decenas de personas.
La compañía de seguros Allianz calcula que las pérdidas para la industria podrían alcanzar los 500 millones de dólares australianos (325 millones de dólares estadounidenses).
Se estima que el fuego arderá durante semanas, por lo que han sido movilizados bomberos de otras partes del país así como del exterior.
Nueva Zelanda se comprometió a enviar a 100 expertos en la lucha contra incendios forestales y un equipo de Estados Unidos podría llegar a Australia esta semana.
Cifra de muertos por incendios en Australia superaría los 220
martes, 10 de febrero de 2009
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