Cifra de muertos aumenta a 128 en los peores incendios de la historia en Australia

domingo, 8 de febrero de 2009


El portavoz del Departamento de Desarrollo Sostenible y Ambiente del estado, Geoff Russell, informó que el número de víctimas fatales por causa de los incendios forestales que asolan al país se elevó a 128 confirmados.

Las autoridades encontraron más víctimas antes del amanecer del lunes (local) cuando comenzaron las labores de búsqueda en una enorme zona arrasada por las llamas que han afectaron el estado de Victoria.

Al menos 700 casas han sido destruidas por el fuego, que ha obligado a los habitantes del sureste de Australia a huir de sus viviendas. Poblaciones enteras han sido borradas del mapa por los incendios forestales.

Se prevé que el número de víctimas mortales siga aumentando cuando los equipos terminen de registrar todas las casas y autos en las zonas afectadas, a las que este domingo se empezó a acceder. Las autoridades buscan a un centenar de personas que han sido dadas por desaparecidas.

A lo largo de este domingo, el recuento policial de víctimas ha ido en aumento en un goteo incesante, a medida que los equipos de rescate accedían a los lugares afectados por las llamas, donde han encontrado cuerpos carbonizados en coches y casas. La Cruz Roja de Australia atiende a 3 mil 730 personas sin hogar.

"El infierno con toda su furia ha visitado a las buenas personas de Victoria en las últimas 24 horas. Es una tragedia para la nación", dijo el primer ministro australiano, Kevin Rudd, que visitó la zona a primera hora de la mañana y anunció un fondo de 10 millones de dólares australianos para los afectados (seis millones de dólares).

La policía indicó que más de 400 focos de fuego, muchos encendidos deliberadamente, arrasaron con cientos de viviendas. "Llevará algún tiempo poder identificar o siquiera conocer el sexo y edad de varias víctimas", indicó el jefe de policía Kieran Walshe.

John Brumby, alcalde de Victoria, describió como "infierno en la tierra" la situación en la zona. "La escala de esta tragedia desafía el entendimiento".

"Algunos de esos fuegos sencillamente no fueron posibles de controlar", dijo respecto a la ciudad minera de Bendigo. "Había bomberos que literalmente enfrentaban llamas de una altura de cuatro pisos". Brumby consideró que aún no ha pasado lo peor.

Los incendios recuerdan los peores registrados en la región en 1983, cuando las llamas destruyeron miles de casas y causaron 75 muertes.

En el pueblo de Klinglake al menos seis personas murieron cuando las llamas arrasaron toda la localidad. Peter Mitchell, un residente de esa localidad, dijo a la radio local que confiaba en sobrevivir al infierno junto a otras 200 personas, que se habían refugiado en el parque de bomberos.

"Todo Kinglake está en llamas", dijo durante la llamada a la radio. "Hay llamas por todas partes, los tanques de gas estallan, los edificos están en llamas", dijo.

Una reportera de la emisora nacional ABC, a la que trasladaron en un helicóptero extintor de fuego sobre la zona afectada, describió la escena. "Es imposible ver si hay casas y propiedades perdidas porque el humo es tan denso y negro y está tan extendido que sencillamente no se puede acceder hasta ahí en helicóptero", indicó.

Para frustrar a los incendiarios -se cree que la mitad de los fuegos forestales fueron generados intencionalmente- las autoridades cerraron algunos parques nacionales y pusieron bajo vigilancia a aquellos que consideran pirómanos.

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