MUNDO: El año de las caras largas en la industria automotora

domingo, 28 de diciembre de 2008


Se acaba el 2008 y el recuento no es auspicioso en la industria automotora mundial, pues deja saldos negativos en ventas, empresas cerca de la quiebra y salones cada vez menos atractivos por falta de recursos. Como punto positivo se destaca la gran arremetida de los coches ecológicos, que ahora en fase de producción entregarán alternativas reales al petróleo.

Ahora, más allá de que la crisis se ha hecho global, 2008 será recordado como el año en que el imperio de Detroit llegó a su fin, con General Motors, Ford y Chrysler en el punto más bajo de su historia, producto de una recesión económica en su mercado doméstico que debilitó las ventas a niveles tan bajos, que se han despedido a miles de trabajadores y cerrado decenas de fábricas, afectando de manera vital la liquidez de las firmas.

Esto obligó a que los máximos ejecutivos de las compañías tuvieran que implorar en el Congreso de Estados Unidos por un salvataje gubernamental que impidiera la quiebra de las compañías. Y pese a que en un comienzo la petición se rechazó, hace unos pocos días se concretó la ayuda pública por 13.400 millones de dólares, que se sumó al préstamo de 25 mil millones que recibieron anteriormente para desarrollar tecnologías más limpias.

Y quizás si el punto fundamental de la crisis es que el inestable precio del petróleo, sumado a normativas ambientales cada vez más exigentes, desnudó las falencias de las gamas de productos de muchas firmas, que se dieron cuenta de que se habían subido tarde al tren de los autos limpios.
El cambio de línea se ha ido percibiendo en los salones internacionales, que hoy son todos eventos "verdes". Desde Detroit a Los Angeles, pasando por Ginebra y París, aparecieron coches híbridos o movidos por electricidad, pilas de combustible o diésel ultralimpios, e incluso súper deportivos eléctricos, capaces de superar los 200 km/h, como el Fisker Karma y el Tesla Roadster. Hasta tradicionales modelos, como el Mini, se adaptó a las circunstancias de mercado.
Venta de activos.

Para paliar la crisis, los grandes grupos automotores debieron desprenderse de marcas o vender su participación en ellas. Ford vendió Jaguar y Land Rover a la india Tata, se deshizo de su participación en Mazda y tiene en venta a Volvo; General Motors cedió sus acciones en Suzuki y espera ofertas por Saab y Hummer. Chrysler aún no define su estrategia y lo único claro es que debería eliminar los modelos duplicados entre sus marcas.

Las cifras negativas también llegaron a los mercados. En noviembre cayeron las ventas de autos nuevos en Europa un 25,8%, en comparación con noviembre del año pasado. Entre enero y noviembre las ventas bajaron un 7,1% respecto de 2007.

China dejó atrás seis años de crecimientos con tasas sobre el 20%, y el pasado mes sus ventas bajaron en 14,5%, mientras que su producción también disminuyó un 14,2% respecto de noviembre de 2007.

Los mercados emergetes, llamados en un principio a ser los rescatistas del año, tampoco se salvaron de la crisis. Brasil tenía proyectado crecer un 25% en 2008, pero ya revisó esta cifra luego de que en noviembre se vendiera un 25,7% menos que en el mismo mes de 2007 y teniendo en cuenta que en octubre la comercialización ya había caído en 11%.
Japón en crisis

Y por si la crisis no fuera lo suficientemente grave, Japón tampoco se ha salvado y sus ventas cayeron en el año fiscal 2008 un 4,5%, el nivel más bajo de los últimos 30 años.

Para las marcas locales el panorama es aún peor: Toyota tendrá pérdidas operacionales por primera vez desde 1937, avaluadas en US$ 700 millones, mientras que Honda modificó por tercera vez sus pronósticos para el año fiscal 2009, y además se retiró de la Fórmula Uno.

Fue un año de caras muy largas.

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