Bo, la mascota de la Casa Blanca

Bo, el ‘primer perro’ del Estados Unidos, recibió un trato de estrella este martes al llegar a la Casa Blanca y dar su primer paseo por el jardín de la residencia en compañía de la familia Obama.

Además, obtuvo autorización para visitar la Oficina Oval, pero – a pesar de esto – el presidente Barack Obama dejó en claro que más le vale no tener ideas exageradas sobre arreglos a la hora de dormir. “No en mi cama”, dijo el mandatario.

El mundo pudo conocer a Bo en acción cuando la familia presidencial lo presentó en el Jardín Sur de la residencia oficial. La primera dama, Michelle Obama, fue quien más caminó mientras su mascota, de raza agua portugués, revisaba por aquí y por allá.

Las hijas de los Obama, Malia, de 10 años, y Sasha, de 7, sonreían al jugar con Bo. La menor de las niñas aplaudió para captar la atención de su nuevo engreído. En tanto, el presidente estaba evidentemente complacido. “Es una estrella, tiene calidad de estrella”, afirmó.

CUMPLE PROMESAS. Durante la campaña, Obama le había prometido un cachorro a sus hijas y este finalmente llegó ayer. El jefe de Estado estableció algunas reglas desde el principio. “Cada integrante de la familia tendrá que ayudar a cuidarlo”, señaló.

“Todos tendremos turnos para llevarlo a caminar”, agregó. Además, el mandatario puso sobre aviso a la primera dama, pues ha escuchado que Bo tiene un gusto especial por los tomates, así que “el jardín de Michelle está en peligro”, dijo.

CASI FAMOSO. La Casa Blanca es el cuarto hogar del cachorro. Nació en Texas y, posteriormente, se mudó a la casa de su primer propietario en Washington, D.C., de donde partió para estar casi un mes con el entrenador canino del senador demócrata Edward Kennedy en Virginia, y ahora vive con el presidente.

“Finalmente tengo un amigo”, dijo Obama en broma luego de que un reportero le recordara sobre el dicho del presidente Harry S. Truman: “Si quieres un amigo en Washington, ten un perro”.