Temen que la presión mediática afecte a Susan Boyle

viernes, 29 de mayo de 2009



DPA. Antes, Susan Boyle sólo conocía a las estrellas por verlas en la televisión, y a veces esta desempleada de 48 años sentía celos de ellas. Pero la escocesa que se presentó hace unas semanas sobre el escenario del programa Britain’s Got Talent y que dejó atónico al jurado con su voz, se convirtió ella misma de la noche a la mañana en una estrella.

Desde entonces ve su imagen en los periódicos, es invitada a programas de televisión y está rodeada de fans. Mañana se presenta a la final del concurso y ya sabe la pesada carga que implica la fama.

La presión, los comentarios sarcásticos y la constante observación están afectando al parecer a Boyle. Piers Morgan, uno de los tres jurados del show, reveló que ella se ha echado a llorar varias veces y que llegó a decir que abandonaba el concurso. “Se da cuenta ahora de que su vida ya no volverá a ser la misma”, dijo Morgan.

La prensa británica se preguntaba acerca de la salud mental de Boyle, después de que testigos relataran varios accesos de cólera de la mujer.

John, de 59 años y hermano de Susan, se quejó al diario The Sun de que recibe poca ayuda. “Ha sido perseguida sin descanso en las últimas siete semanas por fans. Todo el mundo tiene un límite, y ella es un ser humano. Normalmente hay profesionales que alejan este estrés de los famosos, pero ella no tiene esa protección”.

Pronto corrieron los rumores de que los propios organizadores podrían apartar a Boyle de la final para evitar un colapso o un acceso de ira ante las cámaras. Pero el programa lo desmintió y afirmó que estará en la emisión que se espera sea seguida por 15 millones de personas por televisión.

“Ella recibe el apoyo que necesita”, señaló una portavoz. Los medios informan ahora que la cantante está siendo protegida y aislada de la opinión pública para permitirle descansar.

Hasta ahora, Boyle es la favorita para ganar el show y llevarse, además de las 100.000 libras del premio (unos 160.000 dólares), la posibilidad de actuar ante la reina Isabel II.

Los corredores de apuestas, que se alegran del aumento de sus ganancias por el “Factor Boyle”, creen sin embargo que la escocesa está perdiendo su imagen de “desamparo” y que por tanto el alboroto en torno a su persona podría ser negativo.

Además, Boyle se enfrenta a contrincantes difíciles que también han clasificado para la final. Grupos de danza, comediantes y otros cantantes han entusiasmado al público y al jurado.

Un dueto de abuelo y nieta ha conmovido los corazones de la audiencia, y un saxofonista hizo llorar a parte del jurado. Al terminar el programa el sábado por la noche quedará claro si la crítica de la cantante pop Lily Allen, de 24 años, es una opinión minoritaria o más generalizada. Allen escribió en su blog en Twitter: “Creo que Susan Boyle está sobrevalorada”.

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